martes, 15 de febrero de 2011

Hinchas de futbol desempleados

Esto lo escribí hace unos años que salió una noticia de Colombia, acerca de un jugador de fútbol que murió (tal vez un accidente de transito).

Cuando se muere un jugador de fútbol y los hinchan lloran y hacen pataleta como si se les hubiese muerto la mamá es hora de revisar las prioridades de nuestra idiosincrasia. Si alguna lección valiosa nos de la religión es que el fanatismo nunca es bueno.
Vi por televisión nacional, en horario "triple A", a una muchedumbre de gente (El letrero del noticiero decía "hinchas", que conste que no eran familiares) esperando un cadáver en el aeropuerto. Era Jueves! DURANTE EL DÍA! Es que acaso no fueron a trabajar esos malparidos por estar haciendo eso? Y ademas le llevaron músicos al muerto.

Como habrá sido esa conversación la tarde anterior con el jefe para pedirle la mañana del día siguiente libre?

Hincha loco: Jefazo, mañana en la mañana no vengo
Jefe responsable: Huy! Cómo así? Que pasó? Tiene cita médica, está enfermo? Se siente mal?
 Hincha loco: No pelao, yo estoy uno-a, es que se murió Jugadorcito Perez y yo era hincha de él y de su equipo.
Jefe responsable: Pero como así, acaso usted lo conocía personalmente? Era familiar suyo o amigo cercano?
Hincha loco: No papaberol, pero el man tenía una gambeta ni la jijueputa... (mira hacia el infinito como los sabios ancianos en las películas de artes marciales y luego, regresa al momento) ...en fin, todo bien, yo llego después de almuerzo.
Jefe responsable: Esto es el colmo, mañana tenemos presentación y varias entregas a clientes sumamente importantes para el futuro de esta empresa!
Hincha loco: Parce, no se me alborote que yo no me demoro, además ya contraté a los músicos. Nos vidrios las caratulas!
 Jefe responsable: Plop!

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