jueves, 10 de marzo de 2011

Querido universitario de veintitantos que te vas sentado en el piso del transmilenio a pesar de que el articulado está hasta las tetas

Querido universitario de veintitantos que te vas sentado en el piso del transmilenio a pesar de que el articulado está hasta las tetas:

Sé que estas cansadito. Después de todo ha sido un día largo, un día duro.

No todas las cosas salieron como se esperaba. El amanecer fue frío y húmedo, la estación de transmilenio estaba llena y todos los expresos que arribaban estaban tan repletos que las puertas ni habrían. Luego de 4 expresos imposibles y 25 minutos de espera, finalmente llegó uno lleno, pero no "tetiado". La tarjeta de cliente frecuente guardada en el bolsillo de la chaqueta ya no se encontraba ahí al salir de la estación de destino. Otro hurto más! Por lo menos no fue el celular esta vez. Y ahora, con 10 minutos de retraso, a correr para que la vaciada no sea tan dura. El clima loco de Bogotá entra en acción y los 8 grados Celsius de las 8 a.m. se mutaron en los 22 grados Celsius de las 9:30 a.m. El abrigado combo de "chaqueta, gorro y bufanda" se convierte en enemigo y se empieza a sudar como en un sauna. Al llegar finalmente es terrible la realización de que el trabajo que era para hoy quedó mal hecho y la trasnochada de ayer fue en vano. Los compañeros no hicieron las cosas mas fáciles. Luego la hora del almuerzo casi no llegó pues las responsabilidades no acababan: la entrega de las 12:30 no estaba lista y no hay manera de ir a almorzar sin finiquitara. Preferible entregar una hora tarde que no entregar. En la tarde tocó hacer vueltas y llovió. El agua se entró a los zapatos y las medias se mojaron. Cuando por fin en el lugar de la diligencia, la fila era larguísima y no se movía! Finalmente al llegar al primer puesto los papeles estaban mal diligenciados y fue necesario volver a llenarlos, luego de una fuerte discusión para no tener que volver a hacer la fila. Llega la tarde y de nuevo a las labores, y pesar de correr a dejar listo todo fue imposible salir temprano. Cae la noche y por fin para la casa. Infortunadamente el clima de Bogotá es una quimera indomable y llueve de nuevo... fuertemente. Y ahora la carrera de obstáculos para poder llegar a la estación lo mas pronto posible. El aguacero pega por arriba y los autos a toda velocidad pegan por los lados al caer en los inmensos huecos. Al llegar a la estación toca hacer severa fila para comprar el pasaje. El tumulto de gente es monstruoso. La aglomeración no parece entender que "dejar salir primero es entrar más rápido". Se repite el escenario matutino pues los articulados llegan tan llenos que es imposible entrar! Y sin embargo la gente desesperada por llegar a casa empuja, atropella y pega para colarse en aquella lonchera roja con ruedas, se pelea por el "privilegio" de irse con las ñatas aplastadas contra las puertas. Todo parece perdido hasta que por fin! La espera adicional valió la pena. Un expreso "aceptable". Esta lleno pero hay espacio! Se abren las puertas y sin perder tiempo se llega hasta la parte de adentro. El famoso 'acordeón' del centro. Hay unos 4 personas de pie contra los bordes y... que es esto? El suelo del acordeón esta vacío! Todos los asientos están ocupados pero en estas circunstancias cualquier terreno llano es un asiento. Después de este día tan largo es apenas justo y necesario.


Excepto que NO ES JUSTO pues el párrafo en rojo sirve para describir el día de cualquier Bogotano que sea trabajador y/o estudioso. Sea arquitecto, estudiante de la Nacho, de Los Andes, diseñador gráfico, mesero, empleada, niñera, administrador etc... Tod@s los que usamos el transmilenio para llegar al trabajo o al estudio tenemos días terribles y vamos cansados pero vivimos en sociedad y por ende tenemos el suficiente sentido común de darnos cuenta que UNA PERSONA SENTADA OCUPA EL MISMO ESPACIO QUE 3 ó 4 DE A PIE. Tu por el contrario, universitario de veintitantos que te vas sentado en el piso del transmilenio a pesar de que el articulado esta hasta las tetas, eres una persona egoísta y despreciable pues ni eres lisiado, ni eres anciano, ni estas embarazado, ni estas cargando un bebé, pues si lo estuvieses para eso están las sillas azules y si ya no quedan azules pues se pide una roja. Que te hace pensar, universitario de veintitantos que te vas sentado en el piso del transmilenio a pesar de que el articulado esta hasta las tetas, que tu eres mas importante que 3 ó 4 personas mas. Tu, que no sólo no tienes problemas físicos o de edad, sino que ademas eres joven. "Pobechito tengo perechita y no shoy capáz de aguantarme a llegar a la cashita para que me mime mi mamá, ashí que voy a olvidarme de que vivo en shoshiedad y voy a ocupar de manera egoishta el eshpacio de 4 personas."
Espero con ansias el día que vayas como siempre sentado en el piso con el articulado hasta las tetas, y que de repente uno de los que vamos de a pie nos sintamos mareados y tengamos las inaguantables ganas de 'llamar a Hugo' y te bauticemos con el semi-digerido corrientazo del día! Y no tendrás ningún argumento pues quien carajos te mandó a irte sentado en el piso? 


Hmmm, será que en la droguería Acuña me venden un emético?


P.D. Es valido irse en el piso si el transmilenio no está a capacidad. Pero en el momento en el que estemos 8 personas compartiendo el acordeón y 2 de ellas estén sentadas es hora de empezar a vomitar.


P.D.2 Les va la madre a los que no ceden sillas a las embarazadas, a los ancianos, a los lisiados y a los que llevan un bebé. Así sean sillas rojas.

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