"No!" |
Debe ser terrible para esas pobres personas porque nunca es un buen momento para llamar a vender pendejadas:
Si recibo la llamada en la oficina: "Oiga, que no ve que estoy trabajando?! o usted cree que un martes a las 11 de la mañana voy a estar en la casa rascándome la barriga? Inconsciente!".
Si recibo la llamada en la casa: "Como diablos se le ocurre llamarme a esta hora, no ve que ya llegué a mi casa, este es mi hogar! Acá descanso! Imbécil!"
Si es un fin de semana: "Maldito hijueputa! Ojalá le dé diarrea!"
La otra opción es escucharle la carreta que es bien larga!
Ahí es donde me doy cuenta que los verdaderos pendejos son los que se inventaron ese guión que tienen que leer para ofrecerle a uno un crédito de libre invención pre-aprobado. Es una declamación como de 15 minutos, durante la cual utilizan las palabras "De acuerdo?" como 200 veces.
Obviamente que nadie se quiere aguantar esa retaila. Es que ni un desempleado tiene tanto tiempo libre en el día. Además todo ese desperdicio de tiempo para al final decirle articulando de una manera exagerada: "No.Me.Interesa.Lo.Que.Me.Están.Ofreciendo.Muchas.Gracias.Hasta.Luego"
En conclusión, llamar a vender servicios que nadie a pedido y a nadie le interesan es un trabajo honesto y eso es bueno. Sin embargo si están pensando en llamarme ojalá les de diarrea.
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